Esta semana leía el informe de una gran consultora tecnológica hablando de las tendencias emergentes para 2023.
Una de las más relevantes es la “IA centrada en el ser humano”
IA.
Ser humano.
Y ahora combinado, IA centrada en el ser humano.
No sabía que podían ir por separado.
Siempre he creído que la IA ha venido para complementar y mejorar la toma de decisiones. Liberar a las personas de tareas repetitivas que no aportan ningún valor para poder centrarnos en lo que realmente importa.
Frente al miedo a la sustitución por la tecnología, la oportunidad de transformar lo que hacemos gracias a la tecnología.
Pero toda transformación requiere una voluntad de ser transformado.
Lo mismo que no haces raíces cuadradas a mano y usas una calculadora, usarás un algoritmo para realizar ciertas tareas.
Y eso te va a exigir dejar de hacer cosas.
No hacer más cosas. Hacer menos.
Cosas que llevas haciendo mucho tiempo. De la misma manera. Y que te aportan seguridad en lo que haces.
Dejar de querer hacerlo todo tú mismo. Y dejarte ayudar por expertos en materias que no controlas. Porque esto de la IA va tan rápido que es imposible estar al día sino estás obsesionado con ello.
No me refiero que te desentiendas y tengas una fe ciega en DECIDATA. Pero sí que te abras a la posibilidad de trabajar con nosotros.
Mira, hace unos cuantos años me tiré en paracaídas. Desde una pequeña avioneta en un pequeño aeropuerto de Asunción (Paraguay)
La avioneta tenía más de 20 años y la puerta se abría y se cerraba con una argolla porque la cerradura estaba rota. El piloto era un traficante Camerunés que se dedicaba a hacer trapicheos entre las tres fronteras y en su tiempo libre alquilaba su pericia y su avioneta a quien la necesitara.
En este caso al club de paracaidismo local.
Total que allí estábamos. Con un ex-militar monitor de paracaidismo a punto de tener mi primer bautismo.
Y buscando una cierta seguridad le pregunto, ¿pero tú ya no tendrás miedo después de haberte tirado tantas veces no? Y me respondió algo con el que se ganó mi confianza.
Algo que muchas personas no comparten porque creen que puede socavar la confianza de los demás. Cuando ocurre justo todo los contrario.
“Si no lo tuviera, sería un inconsciente”
Porque esta es la mayor prueba de seguridad que te pueden ofrecer. Decir que tienen miedo. Igual que tú. Y que es normal. Y que se va a tirar contigo para que todo salga como tiene que salir.
Atado a ti. Dejando que disfrutes si sale bien y compartiendo el resultado si la cosa no sale tan bien.
No hay mayor garantía para lanzarte a algo nuevo que hacerlo con quien ya lo ha hecho. Y que, además, lo haga contigo.
Tirarte en paracaídas es una decisión personal. Incorporar la IA en tus procesos es una exigencia ineludible.
Te va a acabar llegando. Más pronto que tarde.
Dato o muerte.
Elegir con quien saltas ya es decisión tuya.
Encantado de tener una conversación.

Iñaki Pertusa
Socio en DECIDATA

